
14 jun
dom
•15:00
AT&T Stadium • Arlington
20 jun
sáb
•12:00
NRG Stadium • Houston
25 jun
jue
•18:00
Arrowhead Stadium • Kansas City
Países Bajos llega al Mundial de 2026 con la intención de dejar atrás sus viejas barreras y confirmar que sigue siendo una de las grandes potencias europeas. Con Ronald Koeman al mando, la Oranje mantiene su sello reconocible: fútbol asociativo, salida limpia desde atrás y mucha calidad entre líneas. Tras una fase de clasificación muy sólida, en la que se impuso como líder de su grupo europeo, la sensación entre aficionados y analistas es que estamos ante una selección fiable, competitiva y muy atractiva de ver en directo.
La historia mundialista de Países Bajos mezcla brillo y una clara sensación de cuenta pendiente. La selección neerlandesa suma ya doce participaciones en la Copa del Mundo y ha disputado tres finales (1974, 1978 y 2010), todas ellas sin llegar a levantar el trofeo, además de un tercer puesto memorable en Brasil 2014 y un cuarto lugar en Francia 1998. En Qatar 2022 volvió a rozar las semifinales, cayendo en cuartos ante Argentina en los penaltis y reforzando su imagen de equipo que casi siempre compite hasta el límite en los grandes escenarios.
Cuando se habla de Países Bajos es imposible no pensar en leyendas como Johan Cruyff, Marco van Basten, Ruud Gullit o Dennis Bergkamp, nombres que marcaron una época y definieron el famoso “fútbol total” neerlandés. Más recientemente, jugadores como Arjen Robben han mantenido viva esa tradición de talento desequilibrante en ataque. De cara a 2026, el liderazgo recae en figuras actuales como Virgil van Dijk, referencia en la zaga, y Frenkie de Jong, cerebro del centro del campo, llamados a sostener a una generación que mezcla experiencia y juventud con ambición.
Según la mayoría de expertos, Países Bajos parte como favorita para terminar al frente del Grupo F en el Mundial 2026. El sorteo la ha colocado como cabeza de serie en un grupo exigente pero asumible, con rivales de estilos muy distintos que exigirán máxima concentración desde el primer partido. Sobre el papel, la calidad neerlandesa debería marcar la diferencia, pero la presencia de una potencia asiática, un bloque africano competitivo y un equipo procedente de la repesca europea invita a no confiarse. Estos son sus rivales en la fase de grupos:
El objetivo mínimo de Países Bajos en este Grupo F será asegurar el pase a las eliminatorias con solvencia y, si es posible, hacerlo como primera de grupo para encarar un cruce más favorable en dieciseisavos. Desde ahí, la Oranje quiere llegar a la fase de eliminatorias con confianza, sensaciones positivas y la sensación de que, esta vez, está en condiciones de pelear de verdad por su ansiado primer título mundial.