Tour en kayak por Clover Pass desde Ketchikan
Acerca de esta actividad
- Tu reserva será confirmada de inmediato
- Esta opción tiene cancelación GRATUITA: ¡reserva sin riesgo!
Lo más destacado
Sumérgete en el ecosistema único del paso Clover, a pocos kilómetros al norte de Ketchikan, y rema entre islas cubiertas de bosque lluvioso donde el Tongass National Forest se funde con el mar. La aventura comienza con recogida en los muelles de cruceros u hotel y un cómodo traslado al puerto deportivo; allí, tus guías te equipan con todo lo necesario y repasan las normas de seguridad antes de lanzarte al agua. La experiencia dura 4 horas en total (2–2,5 h remando) y se desarrolla en grupos reducidos de máximo 8 personas para asegurar atención personalizada.
Durante la travesía, deslízate sobre aguas transparentes mientras buscas águilas calvas, leones marinos, estrellas de mar de colores y, con suerte, ballenas jorobadas u orcas migratorias. No se requiere experiencia previa: los kayaks son estables, la ruta está protegida y contarás con dos guías expertos en naturaleza local.
- Reserva con antelación y asegura tu plaza en temporada alta
- Explora sin masificaciones: máximo 8 aventureros por salida
- Saborea un tentempié local de salmón ahumado y bebidas durante la pausa
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La experiencia en detalle
Tu jornada arranca en el corazón de Ketchikan, donde un vehículo privado te traslada hasta el tranquilo puerto deportivo de Clover Pass. El trayecto ofrece un primer vistazo al bosque lluvioso templado antes de encontrarte con los guías, quienes proporcionan trajes de lluvia, chalecos, palas y bolsas estancas para proteger tus pertenencias.
Una vez en el agua, el kayak se convierte en tu mirador flotante: los guías naturalistas señalan nidos de águila, lomos de foca que asoman entre las olas y colonias de estrellas de mar que tapizan la roca volcánica. Con cada remada, el silencio solo se rompe por los resoplidos de alguna ballena lejana o el suave chapoteo del remo.
La proporción guía–participante de 1:6 permite resolver dudas al momento —desde la geología de las islas hasta la cultura nativa que ha habitado estas costas durante milenios—. Cuando el grupo alcanza un rincón protegido, se detiene para degustar salmón ahumado local, patés vegetales y bebidas calientes o frías, todo incluido en la experiencia.
La segunda parte de la ruta bordea islotes donde los bosques de kelp crean un mosaico verde bajo la superficie; si la marea está baja, las estrellas de mar y anémonas aparecen como un caleidoscopio de colores. El regreso al puerto se hace sin prisas, dejando tiempo para alguna foto final con los picos nevados de fondo.
Al desembarcar, te esperan vestuarios y transporte de vuelta al centro o al crucero. Llevarte el recuerdo de haber remado en uno de los entornos más prístinos de Alaska será tu mejor souvenir.
